martes, 2 de febrero de 2010

Dia 00: Camino A Mi Nuevo Hogar, 5 Días A La Semana

Ayer me levanté con el "temor de principiante", ya que dejaré mi hogar para ir a u na nueva casa, pero no para mudarme, sino para ir a una "casa de estudiantes" en Guadalajara, que está relativamente cercas del C.U.C.E.I. donde estudiaré los próximos 4-6 años, de los 18 a los 22-24.

Es una lástima que no pueda vivir en una casa con personas que conozco, pero esta puede ser buena oportunidad para ser mas "sociable", ya que, mi compañero de cuarto es alguien que he visto antes, en la preparatoria, pero jamás habia hablado con el antes de ninguna forma. Pero parece potable.

Durante el viaje hasta Guadalajara (en taxi, eso si, con un taxista que ni fu ni fa, ya que he vendido antes con el a Guadalajara, ya que mi padre no podia acompañarme por su trabajo, a sacar mi credencial de estudiante y hacer mi examen de admisión... Otra Vez) casi no platicamos nada, salvo al principio, pero después cada uno miraba por su ventana, hasta que el se quedó dormido y mi padre y el taxista, hablando sus cosas, que no me interesan para nada.

Después, casi en la entrada a la ciudad, nos encontramos con un embotellamiento automovilistico en el que perdimos media hora, por culpa de dos factores: La Lluvia y sus estragos (Inundaciones) y ser el dia en el que todos los que salieron de viaje por el puente regresan a la ciudad. Uff, perdimos media hora en eso y mi padre pensó que no llegariamos a tiempo a la muebleria a comprar principalmente el refrigerador que Victor y yo ocupamos.

Después, finalmente pudimos salir del embotellamiento y llegamos rápido a la muebleria.

Estuvimos viendo refirgeradores, aunque mi misión ahi se limitaba casi a mirar, porque Victor y mi padre eran los que estaban debatiendo sobre que refrigerador era mejor.

Después que pareció que habian encontrado uno fuimos a ver las camas, pero no habia muchos modelos por escoger, además de que Victor estaba mensajenando con Beto sobre donde comprar una cama y este le dijo que cercas de la casa habia un distribuidor de muebles que vendían camas, asi que no compró, solo mi padre compró una para mi.

Una vez escogido el refri, que a por cierto, mi padre escogió otro mas grande, pagando el la diferencia, el vendedor nos ponia un monton de "peros" para que ellos se comunicaran con el fletero, ya que el vendedor quería que nosotros nos pusieramos de acuerdo con el. Todo un lío.

Después, a la cama la querian enviar en taxi para mas rapido, pero mi padre prefirió que en el taxi en el que veniamos.

Al final, el vendedor, tras mucho renegarle, finalmente accedió a el arreglar todo para enviarnos el refri a nuestro domicilio.